Pedro Fígari

Volver

Bailando
Bailando, 1919 - Oleo sobre cartón - 49x39 - Colección Museo Ricardo Güiraldes, Pcia. Buenos Aires
Cortejo nupcial
Cortejo nupcial - Oleo sobre cartón - 60x80 - Colección particular
No te vayas, mi viejo
No te vayas, mi viejo - Oleo sobre cartón - 48x67 - Colección Museo Histórico Nacional, Casa Rivera, Montevideo
Pala-pala, Pulpero
Pala-pala, Pulpero - Oleo sobre cartón - 70x100 - Colección particular

Pedro Fígari nace en Montevideo, Uruguay, un 29 de junio de 1861. Hijo de Juan Fígari de Lázaro y de Paula Solari.

Estudió abogacía, graduándose en 1886, se dedicó a la política y al periodismo. Hacia 1910 ya era miembro de la Escuela Nacional de Artes y Oficios, en 1911 la Presidencia de la República le encarga un plan de organización de la cultura artística. En 1912 publica "Arte, Estética, Ideal". Hacia 1913 viaja por segunda vez a Europa donde se relaciona con grupos intelectuales interesados en la cultura latinoamericana. En 1914, con el estallido de la Primera Guerra, se quema la primera edición francesa de "Arte, Estética, Ideal", y ese mismo año es nombrado miembro honorario de la Sociedad de Artistas Uruguayos.

Hacia 1915 y hasta 1917 es nombrado Director Provisional de la Escuela de Artes o Oficios... Desde ese puesto defendió y difundió el arte americano. Al renunciar publica el "Plan general de la organización de la enseñanza industrial (1917).

En 1919 en el Pegaso de Montevideo, publica el escrito "Gaucho" afirmando: "Es el nativo de América, que siente la altivez de su privilegio regional, y que, por lo propio, se manifiesta autónomo, ya use chiripa, bombacha o frac. Podrá haber desaparecido el arquetipo, si pudo encarnarse alguna vez, pero no es menos cierto que el desvanecerse dicha entidad dejó plasmada su obra estructural como baluarte inexpugnable de la individualidad americana: su psicología. Si lo que se magnificar es el eslabón que une lo americano autóctono con la conciencia moderna de América, elaborada en medio del cosmo-politismo avasallador de las inmigraciones trabajadoras, en estos pueblos formados por una rápida acumulación de hombres y familias que proceden de todas partes del mundo, más bien que por un proceso normal y razonado de selección asimilativa: enhorabuena! Será el símbolo de la autonomía americana, que es nuestro mayor bien moral y material".

Hacia 1921 se radica en Buenos Aires. En junio de ese año se hace una muestra y vende un solo cuadro.  Por ese entonces conoce a Manuel J. Güiraldes, uno de los grandes promotores de su obra y uno de los primeros coleccionistas con quien tendrá una duradera amistad.

En 1923 el pintor francés Fernando Laroche da una conferencia titulada "El arte de Figari". Expone y tiene un gran suceso, alentado por los diarios y publicaciones más importantes de Buenos Aires. Comienza una etapa de muchas ventas y exposiciones sobre todo el Europa. En 1924 continua la avalancha de exposiciones.

Publica en Martin Fierro y Proa sirviéndole de catapulta, y en esa época es considerado por varios como el  pintor más importante de la Argentina. En septiembre se radica en París, ciudad en donde estará hasta 1934.

En 1927 muere su hijo Juan Carlos, en 1928 expone y luego Jorge Luis Borges publica una nota sobre su obra en Criterio. Su obra es ya material de estudio e investigación. En 1929 es nombrado delegado de arte del Gobierno de Uruguay. En 1930 se publica Figari, con obras del autor y también una monografía con prólogo de Borges, en donde el escritor afirma que "Figari pinta la memoria Argentina".

Su obra sigue nutriendo las colecciones privadas y públicas y es cada vez más reconocido. En 1934 en Uruguay se lo designa miembro de la Unión Cultural Universal Alcázar de Sevilla y de la Comisión Honoraria de Cultura Artística Escolar. A partir de allí el gobierno uruguayo que nunca lo reconoció, comienza a apoyar su obra.

Fallece un 24 de julio de 1938 en Montevideo.

Volver