DE MI CUERPO

Me fui arrimando lento,
con todo el miedo de no ser prudente,
no es cuestión de confianza o de recelo,
es cuestión de sentido,
de adivinar el viento aunque esté calmo,
de intuir la cerrazón
o la fragancia de algún pétalo roto por las ramas,
entre los tamariscos, que no se si estaban,
pero que siempre están,
porque el silencio tiene tamariscos.

Igual que un perro que olfatea una tumba,
arrimé la nariz a la pasada,
y no me le atreví al primer intento.
Tal vez el corazón no tuvo tiempo
de ponerse a la par del pensamiento
por eso di una vuelta.
No es cuestión de confianza o de recelo
es un montón de cosas que los año apilan en el alma
y le ponen sosiego a los apuro, y respeto a las ansia.
Yo quería saber de aquellas casas
no tanto en sus afueras,
aunque a gatas los ojos prestan luz para palparlas.
No cabe en la mirada todo el tiempo
que puso Dios de a mucho y poca plata.

Cuanto tiempo pasa al lado de uno
y uno no se le sube.
O tal vez uno pasa al lado del tiempo
y el nos mira pasar.
O a lo mejor ni siquiera nos mira
a veces pienso que es ser demasiado vanidoso
al creer que el tiempo se fija en uno.
Por eso di una vuelta
sacudí la cabeza como quien se levanta de una siesta
y mira en el rastrojo el reberbero
que se clava en los ojo como chuza.
Y allá lo vi, mesturado por las cosa,
su rancho, su caballo atado a un palo,
un recado cantor, la bomba,
bañada de alambre dulce,
y aquel viejo carro,
el mismo que tantas veces le prestó su pasada a los camino para que no se borre ni lo siga viendo.

Aquel carro que aprovechó la lluvia
del verano para enterrar las cama en el barro
y evitar el enllante en la herrería.
El hombre abrió los brazos,
y me dio un apretón con gusto a cimarrrón de yerba fuerte,
70 años de gaucho en un abrazo no es cosa de comprar en la botica

Le sacamos el freno a los ricuerdo
y los dejamos andar en la gramilla
cada tanto algún cardo o abrepuño
nos hizo recular alguna lágrima
no es cosa de llorar y andar moqueando por cosas nada más que, ya sabemos sin la necesidad de abrir palabras.

Me dijo que estoy viejo, por las canas tal vez
o por el tranco
y como no voy a ser si de viejo que estoy no me acuerdo que va a pasar mañana
Se que mi barba anda chorreando escarcha
y apila cerrazón en madrugada,
de leguas y mas leguas,
que de andarlas, son parte de mi cuero y mi arrogancia.

Hace tres años que largué la pala, me dijo,
la barreta, la púa y las amarra
ahí ves la california y los pizones,
la estiradora vieja y las tenaza.
El reumatismo me dejo en el pueblo con un sudor helado en las espalda
vivo, y vivo pa mirar como se mezclan los pajaros y el sol entre las ramas
y pa no morirme me entrevero cuidando toro en alguna estancia
mi caballo, je, mi cabalo es un lujo y me acompaña pa no desperdíciar ninguna changa.

Por ser un hombre nomas, ando sabiendo bastante
no hay mal que dure 100 años ni crestiano que lo aguante.
Eso dicen los que saben, y ha de ser cierto nomás,
100 años es mucho tiempo pa ponerse a averiguar
no se si lo que ahura pssa mañana podrá pasar.
o si ha pasado hace tiempo por este mismo lugar

Como saber tanto de antes y el mañana adivinar
si ahora que estoy lo veo y ni se pa ande agarrar.
El mundo camina tanto sin moverse de ande está
je, creo que ya se bastante por ser un hombre nomá.
Se que soy una rendija ande espían los demá,
su propio cansancio viejo de buscar pa ande agarrar.

El hombre espía la vida mientras se mira pasar,
porque la vida se queda y es el hombre el que se va,
no hay tiempo que ate la vida ni un solo ratito más,
cuando se sale de adentro no sirve mirar pa atrá.
no se si tendrá horizonte el pago del mas alla
si tiene, ha de ser distinto, calculo ha de ser acá.
Mirar lejos es tan faácil que da vergüenza mirar.
La cosa es mirar cerquita, ver y poder encontrar.
A veces el hombre encuentra tambien por casusalidad
besos, caricias y dicaha y a veces palo nomas.
Mirar lejos es muy facil porque uno le puede errar
sin miedo a que le reprochen los que suele n reprochar
Llegar a viejo sabiendo como se supo llegar
es como vivir dos veces
alcanza con recordar.
Uno a veces cree saber los misterios de la vida
de la que pasa y se olivda y la que viene después.
Uno creer poder, poder analizar la espesura del hombre con sus achuras
su gozo y su padecer

Pero uno no lograr ver más que el bulto del ovillo
y hasta parece sencillo poderlo desenvolver
pero empieza a no tener ni como agarrar la punta
cuando las vueltas se juntan y dentran a no ceder.
Uno marcha por la vida y va rejuntando escuela
pasiones que se nos cuelan, pa ser peso en la subida.
Que pronto se va la tarde por el fondo del camino,
que pronto se va la tarde por el fondo del camino.
Que pronto llega la noche y el final de mi destino,
que pronto llega la noche y el final de mi destino
Que pronto se pone escuro aunque se esté prevenido,
que pronto se pone escuro aunque se esté prevenido.
Que noche negra la noche del que va rumbo al olvido,
que noche negra la noche del que va rumbo al olvido.
Quien le pone precio al cielo, cielo del hombre vencido,
quien le pone precio al cielo, cielo del hombre vencido.
Cuando pregunta la muerte cuanto costó lo vivido,
cuando pregunta la muerte cuanto costó lo vivido
Cuando el hombre llora solo, lo mira a Dio y por eso
el llanto de un solo vale lo que vale el universo.
Que pronto se pone escuro aunque se esté prevenido,
que pronto se pone escuro aunque se esté prevenido.
Que noche negra la noche del que va rumbo al olvido,
que noche negra la noche del que va rumbo al olvido.

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