INVISIBLE JARDÍN (01/90)
Leopoldo Deza

Cuando se encendió el alba
el sol se esclavizó,
el cielo abrió sin compasión
una mañana sin interrupciones.
Y así se escondió el hombre
y el animal ya se subió
como el amor,
y en la cúpula copularon.

Siglos
se subieron a la cama.
Sueños eran y serán...
un jardín tan invisible.

Y viejas energías
presagiaron:
revolución, reconstrucción,
acunando mi mixolidio.
Y así emprendí el regreso
veloz sobre un dragón,
ya no dudé de lo que fué
y volé sobre mi conciencia.

Sueños...
violentaron la salida.
Siglos
serán y serán y serán...
un jardín tan invisible.
.

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