La voz de los cerros

Yo traigo, Señora,
la voz de los cerros,
la canción del valle
un cantar cuyano
le traigo aquí adentro;
el cantar del río
y el del arroyuelo,
el de los zorzales,
el de las calandrias
y el de los jilgueros.
Flores de heliotropo,
claveles del cerro,
cogollos de menta,
todo eso le traigo,
Señora, en el pecho.

Recitado:
Si yo le contara,
Señora, cómo yo la celo,
¡otra que celoso, Señora!
¡soy celoso y medio!
celo hasta la bata que le cubre el pecho
o será la envidia, Señora,
lo que yo no puedo
abrazarla fuerte como yo deseo.
Es que yo la llevo prendida en el pecho:
por eso, Señora, soy celoso y medio.

¡Qué lindo, Señora,
qué contento vengo!
porque he vuelto a verla
cerquita, muy cerca,
mi vida, mi cielo,
tan linda esa cara
y ese pelo negro,
tal cual la soñara,
mi linda Señora,
yo siempre la encuentro.
Flores de heliotropo,
claveles del cerro,
cogollos de menta,
todo eso le traigo,
Señora, en el pecho.

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