Comentario de Cucho Marquez:

Santa Fe es la segunda provincia en extensión de la zona litoral argentina. En su capital del mismo nombre nació uno de los mejores compositores que ha dado el folklore, el maestro Ariel Ramírez. Allí se desarrolla la historia de este conocido chamamé que tiene como protagonista a la bella campesina Merceditas. Nada  más parecido a la fugacidad del amor que el esplendor efímero que tiene la flor: magnífico y lozano, cuando está en la planta. Pero si la queremos hacer nuestra y la cortamos para ponerla en el más bello florero, poco a poco se irá  marchitando, perdiendo primero sus pétalos y luego su efímera vida vegetal. 
La bella y sensible voz del cantor chaqueño Ricardo Francisco "Pancho" Figueroa, unida a la de sus amigos Chalchaleros, ayudó a la difusión universal de este bello tema clasíco del folklore santafesino.



MERCEDITAS - Chamamé

Letra y Música:  Sixto Ríos
 
¡Qué dulce encanto tiene                       
en mi recuerdo, Merceditas,                 
aromada florecita,                                
amor mío de una vez!                           
 
La conocí en el campo,                        
allí  muy lejos, una tarde,                     
donde crecen los trigales,                    
provincia de Santa Fe.   
 
          Así nació nuestro querer,
          con ilusión, con mucha fe.
          Pero no sé por qué la flor
          se marchitó y muriendo fue.
 
          Y amándola con loco amor,
          así llegué a comprender,
          lo que es sufrir, lo que es querer;
          porque le dí mi corazón.
 
Como una queja errante
en la campiña va flotando
el eco vago de mi canto,
recordando aquel amor.
 
Pero, a pesar del tiempo
transcurrido, es Merceditas
la leyenda que palpita,
en mi nostálgica canción.
 
          Así nació nuestro querer,
          con ilusión, con mucha fe.
          Pero no sé, por qué la flor
          se marchitó y muriendo fue.
 
          Y amándola con loco amor,
          así llegué a comprender,
          lo que es sufrir, lo que es querer;
          porque le dí mi corazón.

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