PERMISO - Milonga

Letra y música: José Larralde

Permiso dije al dentrar
Y al permiso me lo han dao.
Rispeto al que me ha invitao
Y agradezco su amistad
Y aura que voy a cantar,
Ya que el turno me ha tocao,
Quiero dejar aclarao
Pa´que no haya resquemores
Mis versos son mis dolores
En seis cuerdas enredaos.

Nunca canto por cantar,
Porque mi verso es sagrao,
Soy bruto como un arao,
Cuando digo una verdad.
Nadie se crea capaz
De hacer callar mi garganta,
Soy un sureño que canta
Y aunque no soy el mejor
En la mano tengo flor,
El truco ni me hace falta.

Recitado:
Atajen, atajadores,
Soy rebenque deslonjao,
Sólo el cabo me ha quedao
Sin tientos ni pasadores.
No me meto entre las flores
Porque soy yuyo espinudo,
No me arrimo al cogotudo,
De sus favores me aparto,
De promesas ya estoy harto 
por él vivo desnudo.

Sé que me van a decir
Que esto ya lo dijo alguno,
Y que soy medio ovejuno
Y me acoplo en el sentir;
Pero les debo advertir,
Que son muchos los que sienten
Y se callan de prudentes
O por temor a la biaba
Y comen en las yerbiadas
Churrascos de agua caliente.

Soy un pájaro que canta
Soy hijo del sentimiento,
Juro que pa´lo que siento
Me está faltando garganta,
Soy tigre que no se espanta
Ante la vida o la muerte,
Soy guasca sobada a dientes,
Soy de la lanza la punta,
Soy potro que no se junta
Con los domao a palenques.

Dicen que soy mal hablao
Porque miro y no me callo.
Busco respuesta y la hallo,
Diganme si estoy errao;
Soy un perro abandonao
Tan solo por ser altivo,
Ser decente es mi castigo
Y de gritarlo me empacho,
He pecao por ser macho
Pero nunca por ladino.

Y no le pido perdones
Porque  es falsear en cumplidos,
Son verdades las que digo,
Y aguanten si son varones,
Me quedan muchos botones
Prendidos del tirador,
No son de plata, no son de esos
Que el oro los baña,
Tampoco tienen lagañas,
Son enjuagaos a sudor.

Canto
He tranquiao muchos caminos
Buscando el menos pociao,
Pero al fin he comprobao,
Que el mío tiene un destino,
Soy demasiado argentino
Pa´que me vengan con cuentos,
Mi pampa la llevo adentro
Y he de llevarla hasta que muera,
Ser horcón de una cumbrera
De patria y hombres contentos.
 

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