TALITA DEL PEDREGAL

De: Osiris Rodríguez Castillo

Talita del pedregal, espina y sombra arapienta,
tronco ñudoso y torcido de andar cuerpeando centellas,
¿quién puede exigirte flores, puestero de la miseria?,
No ha de tener más espinas quien se ha criado entre las piedras.

Sólo algún clavel del aire nace del aire en tu oreja,
candil de los espineros que te erizan la melena.
Sólo las tardes de lluvia te emponchan calor de ausencia,
sólo las noches de luna te acarician y te besan.
Bienhaiga la nube blanca, pañuelo de tu tristeza
de andar trepando los cerros sin alcanzar las estrellas,
yo también repecho cumbres aquerenciao en la ausencia
con unos pájaros locos aletiando en la cabeza.
Yo también alzo cien puños en las noches de tormenta
chairando espinas al viento pa'a hacer pata ancha a las penas,
yo también saco claveles del aire 
y de mi tristeza de andar trepando los cerros 
sin alcanzar las estrellas.
Talita del pedregal, espina y sombra harapienta.

Volver al índice