El simpático, movido y vistoso Carnaval o Carnavalito es una antiquísima danza colectiva que, con figuras primitivas, se bailó en América desde antes del descubrimiento; dueño de una vitalidad extraordinaria, ha perdurado a través de siglos y se practica aún hoy, de modo espontáneo, en la región noroccidental argentina y en Bolivia, tanto en sus formas antiguas como en las modernas.
Es danza americana autóctona, nacida en la época prehispánica en los dominios del Inca, en tierras de ardiente sol; primitivamente se bailó como danza colectiva, sin parejas, con las pocas figuras comunes a casi todos los bailes arcaicos: rondas, filas, serpentinas, etc.; así lo vió bailar I. Aretz en el Perú, en 1942. En el siglo anterior adquirió figuras de Contradanza (baile europeo de salón, de parejas conexas, que influyó sobre muchos nativos, como el Cielito, el Pericón, la Media Caña, etc.) y luego de las Cuadrillas. Más tarde tomó figuras del Pericón moderno (espejo, jarrita, etc.), y así ha llegado hasta nosotros.
Las formas primitivas del Carnavalito se practican también en Jujuy y Salta, y además en Catamarca y La Rioja.