Gauchos de hoy

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En muchas ocasiones se quiso insinuar que nuestros gauchos habían muerto con el ingreso del progreso y la tecnología, también se quiso poner en la categoría de gaucho a cualquier persona de condición humilde o que sabía rascar una guitarra o que alguna vez bailó un gato o una chacarera.
En este caso vamos a dar dos claros ejemplos (lo bueno si poco dos veces bueno) de que el gaucho existe, cada uno desde su lugar de trabajo, su profesión, su condición económico-social-cultural, sus conocimientos y su elección de vida.

Seguramente esta decisión subjetiva nuestra puede provocar algunos desacuerdos, pero no olvidemos que el gaucho está intrínsecamente ligado al caballo; ya Sarmiento y luego autores posteriores nos dan la pauta de que el gaucho tiene esta relación directa con su flete. León Benarós nos hace una gran descripción de los paisanos: el resero, el domador, el pialador, rastreador o el trenzador (soguero).

Sabemos que existe en cada región un criollo que es un gaucho con todas las de la ley y representativo: J.J.Güiraldes, V. Caro, O.Andrade, A.Mónico, etc, pero en este caso nos vamos a centrar y homenajear al gaucho que desde chico tuvo trabajos relacionados con el campo, los caballos y tareas afines (Miguel Angel Zappa) y al gaucho que desde la ciudad siempre tuvo la habilidad para desenvolverse más que habilidosamente en el espectro del caballo y su entorno (Víctor E. Molina).


Miguel Angel Zappa

Víctor Eduardo Molina

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