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El folklore se traslada a la Red



Si en otros tiempos era impensable disociar la imagen del gaucho de la del caballo, hoy las cosas han cambiado. Al decir del poeta, el gaucho moderno “cambea el overo por tropilla con bocina...”. Nuestro hombre de campo ya no debe recorrer leguas al trote de su parejero para llevar un mensaje; un simple llamado con el celular es suficiente.

La electrónica, con Internet a la cabeza, ocupa hoy sitiales impensados hasta hace algunos años. Así como el alazán y el zaino fueron reemplazados por los tractores, la forma de hacer nuestro folklore también ha sufrido modificaciones. La viejas guitarras criollas y el bombo, por ejemplo, han dejado su lugar, consideraciones artísticas y estéticas al margen, a guitarras eléctricas y baterías. Los simples parlantes y micrófonos de antaño son parte de la historia; hoy hablamos de sistemas de luces y sonidos, manejados por computadoras. Nos guste o no, la electrónica rige nuestras vidas y ya no tenemos forma de dejar a la computación al margen. El mundo está manejado por microchips y servidores.



Desembarco en el ciberespacio

Desde hace algunos años, el folklore argentino dice presente en Internet, y cada vez son más los sitios que abordan el tema en la red. Los artistas tienen sus propias páginas oficiales y los fanáticos crean otras, personales, para homenajear a sus ídolos. Los festivales se promocionan y brindan información oficial en la red y los fans clubs, encuentran en el ciberespacio una oportunidad inmejorable. Quienes gustan de la música, las danzas y las tradiciones criollas, forman foros de discusión y hasta clubes virtuales.

Allí las preguntas, inquietudes y propuestas, están a la orden del día. Desde Estocolmo, un argentino alejado del país hace muchos años, pide la letra de una vieja zamba, y posiblemente la recibe a vuelta de correo electrónico, de parte de un francés que nunca estuvo en Argentina pero que conoce bastante del tema. Algunos miembros intercambian grabaciones, completan cancioneros y hacen todo tipo de aportes. Artistas consagrados como Viviana Careaga o Argentino Luna, se navegan en la red para compartir gratos momentos con sus seguidores.

Marcelo Morales, un Programador Superior, puntano, en setiembre de 1 996 puso en servicio desde San Luis, el primer sitio relacionado con el arte criollo. La Página del Folklore Argentino, (http://inter2. unsl.edu.ar/~mmorales/folk/) abrió el camino que luego siguieron Eduardo “Nono” Ocaranza con Folklore del Norte Argentino (https://www.folkloredelnorte.com.ar/) desde Tucumán, y José Aguiló, quien en Pasadena California, dio vida a Música Folklórica Argentina (http://home.earthlink .net/~aguilo/).

De allí en más los sitios de multiplicaron rápidamente. Los artistas llevan su arte, también, por el ciberespacio. La cultura criolla, ha encontrado nuevos canales de expresión. Los pelajes de los caballos, las danzas tradicionales, las leyendas y obras literarias como el “Martín Fierro”, han desembarcado en la red. Ya no todo está en inglés; no sólo la música foránea y las estrellas e Hollywood tienen su lugar en Internet. Hoy, con sólo un clic del ratón(ya que hablamos en criollo...), gran parte de nuestro arte nativo, está al alcance de las manos.



Cristian Jorge Aldasoro