Señor de la Paciencia

Tradición de la paciencia y la humildad

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Señor de la Paciencia

Su devoción tuvo gran apogeo en Tucumán a finales del siglo XIX y principios del XX. Lamentablemente se fue perdiendo y solo quedó su imagen que representa a Nuestro Señor Jesucristo sentado sobre una piedra en actitud pensativa y doliente durante su pasión coronado de espinas, antes de su muerte en la Cruz.
Según las crónicas narran, que la actual capilla del Buen Pastor de calle Mendoza al 800, donde residió la Congregación Religiosa de Hermanas del Buen Pastor y el reformatorio de mujeres, se veneraba esta imagen ya que ésta comunidad religiosa heredó el predio del antiguo cementerio en donde se erigía una Capilla dedicada al Señor de la Humildad y la Paciencia. Esta devoción traída en la época de la conquista española por los Padres Jesuitas y difundida también por los franciscanos, tenía gran adhesión de parte de los fieles y su fiesta se celebraba con gran concurrencia durante la Semana Santa, precisamente el jueves santo cuando su imagen era sacada en procesión de su capilla, recorriendo las principales calles de la ciudad.
Respecto a esta celebración, el desaparecido diario “El Orden” divulgó esta festividad con muestra fotográfica. En otras provincias del NOA su culto tiene vigencia, y actualmente en la capilla del Buen Pastor de Tucumán atendida pastoralmente ahora por la Parroquia de la Catedral conserva su imagen, tratando de reflotar esta antigua devoción y trasmite una antigua oración:

“Dame paciencia Señor, dame Señor Humildad
haz que yo imite tu ejemplo con suma fidelidad
ni la ira vengadora enemiga de la paz
ni la altanera soberbia dominen mi alma jamás
solo tú Padre amoroso esposo místico de mi alma
domina mi corazón sediento de paz y calma
dame paciencia Señor, dame Señor humildad”.-

Prof. Angel Nuñez Molina

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