ALAMBRADO DE
VERANADA
Letra: Marcelo
Berbel
Música:
Hugo Berbel
Que esta tierra era de Dios
mi padre me dijo un día,
que era de Dios y era mía
y no tenía patrón.
Dijo no ver la razón
de tener miedo que alambren
ya que esta tierra es tan grande,
criolla herencia del paisano.
Y hoy de prepo echaron mano,
hasta ande duerme mi padre.
Pago donde largos años
veranearon mis agüelos,
en estas leguas del suelo
donde yo hoy parezco extraño,
las leyes gauchas de antaño
cayeron al papelaje,
le han puesto precio al pastaje
y cercaron las aguadas,
quise ser algo y soy nada,
ya no es mío ni el paisaje.
Por dónde no habrá tranqueras
para poder galopar,
quién fuera viento pa'andar
.
tiempo adentro y campo afuera,
volver con la primavera,
señalar junto al fogón,
sentir la lluvia y el sol,
guitarrear pialando estrellas,
aura tan solo la huella
inverna en mi corazón.
Aquí nací y me crié,
campeador de sueño y vacas,
hoy me queda un piño e'flacas
y este pobre pangaré.
Pucha, p'ande rumbiaré
ya que todo ésto que amaba,
lo que a mis hijos dejaba,
aura es para los de arriba.
¡Suerte que el cielo está
encima,
si no también lo alambraban! |