Comentario de Cucho Marquez:
La magia del cancionero argentino reside en combinar poemas de gran belleza literaria, con partituras musicales que son verdaderos hallazgos. No creo que esta zamba de Cambaré pudiera faltar en ninguna antología del folklore. Si uno se sorprende por la belleza de las imágenes: "Tus párpados, si por instantes/ te vuelven los ojos mansos, /recuerdan cuando en el cielo de pronto se ve/ que nace y muere un relámpago"; al escuchar esta melodía cordobesa, se descubre algo tan celestial como su nombre. No es de extrañar que se hayan grabado de ella innumerables versiones, entre las que destacará siempre la versión de los Chalchaleros de a finales de los años sesenta, en la que el gusto musical de Ernesto Cabeza, la madurez cantora de Juan Carlos Saravia, y la aportación de los nuevos miembros Pancho Figueroa y Polo Román, lograron entusiasmar hasta a los ángeles.
Letra y música:
Roberto Cambaré
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