ARCILLA
BAGUALA DEL PILCOMAYO
Poema: Carlos Di Fulvio. Baguala: popular
A orillas del Pilcomayo, fuerte de Santa Cristina,
Me tomaron prisionero por una chica argentina.
Sobre la arena caliente tu blanca enagua tendías;
noche de luna, lavabas, desnuda junto a la orilla.
Tus pechos y tus cabellos te rozaban las rodillas;
el aliento del verano tu piel tersa escalofría
y leve cruza tus muslos de caminitos de hormiga.
Entre los labios, fluyendo, una baguala tenías:
A orillas del Pilcomayo me tomaron prisionero
y para mal de mis males me ataron con su pañuelo.
El mira mira del agua, que en el remanso dormía
-llena de peces la entraña- el cuerpo dócil de arcilla,
bajo el espejo del agua, desnudo, ardiendo, veía
tu cuerpo asomarse al río, sobre el agua de la orilla;
entre los juncos, las ranas cantan su cristalería
y sapos lejanos doblan campanas de palo hundidas.
Quedó tu enagua en la arena, bajo la luna, tendida,
y en el légamo del fondo ojos de peces te miran,
encantada la cadera con el sueño de la arcilla.
En la noche oscura y fría, tus ojos negros brillaron
creyendo que amanecía, y hasta los gallos cantaron.
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