CANTO LABRIEGO
Teresa Parodi
A sol y sombra va el campesino,
El canto arado es su destino,
A sol y sombra entregándose
A la bravura con que la tierra
Se hace arisca o se le hace buena.
A sol y sombra va el campesino
Entregándose.
Ay! Madre tierra, no te demores
Y al campesino a cielo abierto
Dale tus dones
Que el hambre es mucha,
La paga poca
Y el hombre es pobre.
Le hunde las manos cuando la siembra,
Se le hace suya aunque sea ajena y enamorado la hace parir.
Fuego en el alma, fuego en la huella,
El sol a pique quema que quema
Y esa “cordiona” que lejos llora
En guaraní.
Ay! Madre tierra no te demores…
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