COMO UN CAPULLO

Qué callada se queda, inútilmente,
Mi canción a la hora del crepúsculo,
Qué vacía de voces inocentes
Cerradita y fugaz, como un capullo

Cuando caen las sombras, sin apuro,
Sobre todos los claros, y anochece
Con mordaza y candados desvanece,
Impotente de broncas y de absurdos

De la patria ya no habla porque duele
Y se traga los miedos tras los muros,
Una máscara negra la enceguece,
No se puede cantar desde lo oscuro

Aterida en secreto se revuelve
Cuando debe tratar ciertos asuntos,
No se aguanta el olvido que, insistente,
Deja solos a tantos en el mundo

Cada nota que calla por doliente,
Medio lenta dejándome al desnudo
Los amores pequeños que, indigentes,
Piden más y no tengo más, lo juro

Pero sin avisarme, de repente,
Ella vuelve a cantar adentro suyo,
No me deja llorar ni detenerme,
Se insolenta y se crespa como un puño

Y empujando furiosa y sin reveses,
Se levanta y revienta su capullo,
Desde el fondo de mí, tozudamente,
Mi canción, como un hijo, sale al mundo

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