Corazón
de palo
Arturo Dávalos
Era mi guitarra
corazón de un viejo nogal
esplendor de ramas
y semillas por madurar.
Pero un claro día
al rigor del hacha cayó.
Desde entonces canta
y florece vuelto canción.
Río azul de sombras
con las ramas quiso alcanzar
el lejano cielo,
y a mis brazos vino a caer.
Ramazón de cuerdas
llévale al silencio mi voz,
a la antigua luna
a la tierra, al agua y al sol
Y un alba lejana
en la sangre del que te amó
convertida en savia
volverás, nogal, a dar flor.
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