Debe ser verdad que la naturaleza imita al arte, cuando uno contempla cómo muchos de los temas que compuso Ernesto Cabeza, han adquirido una nueva dimensión casi profética, tras su trágica desaparición. Y si en su zamba más conocida, La Nochera, esos versos iniciales que escribió Dávalos "ahora que estás ausente/ mi canto en la noche te lleva", obligan a pensar en el malogrado artista, qué podemos decir de los que le escribió aquí su amigo Ferreyra: "Pero el tiempo que mide distancia/ hachando mi tronco me quiere arrancar", cuando su vida fue truncada en plena madurez por un terrible cáncer de estómago, qué le arrancó la vida de su cuerpo, con la misma crueldad con la que un hachero separa el árbol de su tronco. Hermosa zamba de la soledad, sentida como la sentía otro gran tímido: Antonio Machado: "Tengo a mis amigos/ en mi soledad;/cuando estoy con ellos/¿qué lejos están!". 
Y en dolorosa soledad dejó Cabeza a sus Chalchaleros, tras su muerte en 1980. Tanto es así, que durante unos meses, el cuarteto fue tan sólo un trío cantor que cantaba con dolor al amigo perdido: "Y si acaso tal vez/ mi recuerdo pudiera quedar/ que una copla, con ritmo de zamba/ junto a ese recuerdo la pueda cantar."

DE  LA  SOLEDAD - Zamba 
            
Letra: "Bicho" Ferreyra  
Música:  Ernesto Cabeza
 
Cuando cae la oración,
con su manto de gris otoñal,
anochece en mi corazón
la sombría tristeza de mi soledad.
 
El recuerdo fugaz
de mis horas felices de ayer
va golpeando en mi mente tenaz,
como un río de sueños que siento crecer.
 
          Yo también árbol fuí,
          que al pasar por la vida di frutos y sombra.
           Pero el tiempo que mide distancia,
           hachando mi tronco me quiere arrancar.
 
Sólo quiero al partir
no llevar en mi alma un rencor.
Que lo amargo que tuvo el vivir
fue más dulce y más bello, unido a tu amor.
 
Y si acaso tal vez
mi recuerdo pudiera quedar
que una copla, con ritmo de zamba
junto a ese recuerdo la pueda cantar.