DE LA TARDE
FINAL Cuando mañana
se me arrime el filo...
de la tarde final,
y yo me niegue,
porque habré de negar
todo lo oscuro
con un miedo terror
a que me llegue.
Cuando mañana,
digo, se me acerque,
con esa palidez
de 'no me olvides'
el derrumbe total
de las mejillas
y la total mudez
con que me mides,
voy a llorar a secas,
de rodillas,
para que tu me mires.
Y lloraré con sangre,
si me queda,
sobre la piedra
de tu sien de piedra,
para que tu me aplaudas
y la rueda nos aplauda a los dos,
aunque no pueda,
porque habrá de poder,
aunque no quiera,
en homenaje a ti,
porque tu heredas,
y yo solo me voy,
a mi manera,
negando la verdad
de un miedo absurdo,
enlutado, de blanco,
barro y seda,
cuando llegue mañana, sin apuro,
te daré la razón
que tu quieras.
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