De Santa Fe al Norte -
Chamamé
Me acuerdo de unas calles polvorientas rojizas por la huella del tanino del monte que guardaba los quebrachos bajo un verano padre y amarillo.
De un relumbrón de sapucai perdido cuando anunciaba el aire la mañana y una sirena que cortaba el aire y un pasmo de aserrín en las gargantas. Me acuerdo del quebracho que caía con un ruido de trueno entre los montes y el retumbar del hacha en el silencio espantando a los pájaros cantores.
Del cachapé cruzando en el obraje camino de la playa de rollizos y la bailanta de olvidar las penas y el pobrecito sueño del domingo. sobreviviendo en tierras forestales y un lento asomo de riqueza ajena envejeciendo todas las edades.
Me acuerdo de una Villa Guillermina donde duerme la historia sepultada y regresar los nombres de mi gente por la picada, por la picada. . |