EL BOLICHE “LA ARMONÍA” Milonga
- Pase agente Belisario, ¿hay alguna novedad? - Para decir la verdad, ninguna, mi comisario. Solamente he visto a varios hombres allá en el boliche en lo del gringo Feliche prendidos en un truquito, pero todos tranquilitos como chicos con un chiche.
Parece que una jugada había sido dudosa porque quiso Robirosa ligero, pelar la daga. Intervino Madariaga enarbolando una silla, le rajó cuatro costillas pero el petiso Cirilo con la pesa de diez kilos le rompió la carretilla.
El bolichero con hambre, al ver armarse el tumulto, peló y se les vino al bulto con la de cortar el fiambre. A Leiva le abrió el matambre y al Negro le hizo un tajito que lo dejó sentadito con una oreja en la mano y parece que del tano no apareció ni un poquito.
Peló el bufoso Morrongo ... nunca falta un bochinchero... y le metió al bolichero sais plomos en el mondongo. La cabeza como un hongo le dejaron a Martínez y al flaco, los chinchulines, le colgaban como flecos y un feite le han hecho al Chueco de la oreja a los botines.
Y ya un poco más serenos continuaron la partida que había sido suspendida por un tanto más o menos. Son todos muchachos buenos, amantes de la verdad, es un templo de bondad el boliche “La Armonía”, ya ve que ha paso el día, mi jefe, sin novedad.
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