EL BOLICHE “LA ARMONÍA”
Milonga


- Pase agente Belisario,
¿hay alguna novedad?
- Para decir la verdad,
ninguna, mi comisario.
Solamente he visto a varios
hombres allá en el boliche
en lo del gringo Feliche
prendidos en un truquito,
pero todos tranquilitos
como chicos con un chiche.

Parece que una jugada
había sido dudosa
porque quiso Robirosa
ligero, pelar la daga.
Intervino Madariaga
enarbolando una silla,
le rajó cuatro costillas
pero el petiso Cirilo
con la pesa de diez kilos
le rompió la carretilla.

El bolichero con hambre,
al ver armarse el tumulto,
peló y se les vino al bulto
con la de cortar el fiambre.
A Leiva le abrió el matambre
y al Negro le hizo un tajito
que lo dejó sentadito
con una oreja en la mano
y parece que del tano
no apareció ni un poquito.

Peló el bufoso Morrongo
... nunca falta un bochinchero...
y le metió al bolichero
sais plomos en el mondongo.
La cabeza como un hongo
le dejaron a Martínez
y al flaco, los chinchulines,
le colgaban como flecos
y un feite le han hecho al Chueco
de la oreja a los botines.

Y ya un poco más serenos
continuaron la partida
que había sido suspendida
por un tanto más o menos.
Son todos muchachos buenos,
amantes de la verdad,
es un templo de bondad
el boliche “La Armonía”,
ya ve que ha paso el día,
mi jefe, sin novedad.

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