EL ENFERMO - Chamamé

Hablando de enfermedad
yo suelo ser medio zota
porque no entiendo ni jota
cómo les suelen nombrar.

Cuando me fui a revisar
por el médico pueblero,
empezó por lo primero
y me hizo respirar.
Si rojo empecé a temblar,
igualito, que el ternero.
Con un aparato ,
escuchó mi corazón.

Después pasó a mi pulmón
y decía: " mmmm, ju, ju, ju, ju".
Dejo mi lomo ahí nomás,
por cuenta de él agarró
mi barriga me amasó
como para hacer chipá,
y empezó a rebuscar
algo no sé si encontró.

Porque me hizo cosquillas
me enojé con el tuchán
"yo busco una enfermedad, amigo,
aunque mucho ya encontré".
Pues me dijo: "tiene usted
variadas complicaciones:

gastroentiricodegones
en la vía intestinal,
y linforanicriscotal,
que te tapan los riñones.
Tenés tus bronquios viciados
y ya de tanto fumar,
tenés angina espiral.
Y de tu estómago, ni hablemos,
tiene piedra, falta hielo.
No abusés de la bebida,
cuidate en las comidas,
que no tengan condimento.
Entonces andarás contento.
Pero abrigue su barriga".

Quinientos pesos me cobró
el tuchán por su consulta,
que todavía me resulta un jefecito ñaró.

De ahí nonás rumbié yo
para el médico yuyero,
que de un sulki, lo primero,
me dijo: "pero si tenés un empacho,
hermano, se conoce por tu cuero"

G.Molina-N.Rojas.

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