El hipo


La hija de doña Cache
me tiene loco y sabe porqué,
de blusa verde la suelo ver
y pantalones blanco también.

No usa ningún calzao´
porque el juanete le hace doler
y este hipo que no me deja
decirle al oído todo mi querer.

Ayer la vi en la tranquera
y despacito me le arrimé,
y cuando estaba por declararme
presente el hipo pronto otra vez.

Sabes que yo la quiero a usted
vaca y chancho también,
si usted me dice ahora que sí,
allá en mi rancho seré felíz.

Me miró y se agachó,
y una risotada se largó
corriendo a su rancho enderezó
y allá con el hipo quedé yo.

Don Leandro me recetó
tres tragos de agua sin respirar,
ya estaba sano pero pa´ pior
en el boliche la vuelvo a hallar.

El susto que me pegué,
todo che amigo salió al revés,
dicen que el susto lo cura al hipo,
pero mi hipo valiente es.

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