El machete 22
Suena ya el acordeón, el baile va a comenzar.
Don Arvario dentró, con ganas de bochinchar,
su machete llevó, nunca suele dejar
porque Arvario indicó, bochinchero por demás.
Y en lo mejor de la función se alborotó el cherocu,
fue don Arvario que sacó pa´ lucir su machete 22.
La autoridad se acercó y al escuchar un zapucay
y don Arvario se agrandó por demás
cuando vió a la autoridad.
Ni la policía ni nadie
me va a hacer guardar mi machete 22.
Y el sargento al llegar hacia Arvario se fué
y ahí nomás le ordenó su machete guardar
y Arvario lo enfrentó con ganas de pelear
pero al fin se achico, ante con la autoridad.
Ni la policía ni nadie
me va a hacer guardar, mi machete 22,
ni aunque venga toda la militada junta.
Qué tanto bochinche,
guarda ese machete,
qué es lo que pasa aquí.
No lo voy a guardar nada.
Guarda ese machete,
te estoy diciendo-
Pero en serio me lo está
Diciendo, che sargento.,
Seguro que sí, ¿porque?.
Porque a mi no me suele
gustar la broma, cha sargento.
Guarda ese machete te estoy
diciendo si no queres que
te encaje unos rebencazos.
Bueno, así a la buena sí,
y últimamente lo voy a guardar
porque pa´ eso es mío.
Haciéndote el guapo.
Che sargentito, si querés bailar,
te voy a prestar mi guaina.
Y siguio la función, todo el mundo a bailar,
y Arvario se quedó con gana e´ bochinchar,
y el sargento mayor recordó tiempo despúes
y en la rueda ya entró zapateando chamamé.
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