El peregrino
Yo vago sin rumbo, tal vez, peregrino;
cual hoja marchita que el viento arrojó.
Yo voy a ausentarme siguiendo el destino
que Dios, como a todos, a mí señaló.
Los ríos, los valles, las selvas frondosas,
voy en mi camino dejando hacia atrás;
por ver si, entre flores silvestres y hermosas,
por ver si, entre flores del campo, tú estás.
Adiós tierna amiga, adiós cariñosa,
quisiera que oyeras soñando mi voz,
quisiera apartarme, mas me es doloroso
besarte y decirte ya, mi último adiós.
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