IDILIO CAMPERO Milonga
Es la tarde y bajo el cielo de un encantador paisaje cruzan las aves en viaje los surcos del patrio suelo. Levanta un mirlo su vuelo alegremente aleteando y allá a lo lejos pasando como una sombra que inquieta, se ve una vieja carreta por la huella rechinando.
El sol sus besos de plata vuelca esta tarde de estío y majestuoso en el río un viejo ombú se retrata. Muy cerca de él en la grata tarde que a gozar convida un gaucho a su prometida que es una criolla traviesa la alaga con la promesa de una dicha indefinida.
Y ella sintiéndose amada por su paisano arrogante de cariño rebosante lo envuelve con la mirada. El la ve ruborizada y en espasmos de embeleso quiere calmar el exceso de su querer tan ardiente y acercándose, en la frente, de la criolla imprime un beso.
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