Comentario de Maria Cristina
Fernandez:
Cuenta el Historiador Miguel
Angel Cáseres que las carpas salteñas nacieron como una respuesta
popular porque según sus investigaciones, en los primeros tiempos
(fines del siglo 19, comienzos del 20) los festejos carnavaleros estaban
reservados a los sectores aristocráticos. El pueblo estaba relegado
al juego con agua y a la práctica de destrezas criollas.
En esos tiempos no existían
instituciones populares con estructuras arquitectónicas suficientes
como para albergar gran cantidad de personas. El ingenio popular concibió
entonces un montaje rudimentario, propio de las comunidades nómades,
que dio lugar al surgimiento de las carpas.
Jaime Capó tendía
una de las carpas más famosas. Conocida popularmente como "La carpa
de Don Jaime" podía albergar la alegría carnavalera de unas
5.000 personas en la década de los años 40 y 50. Esta carpa
no tenía lugar fijo, era instalada en distintos puntos de la ciudad.
El poeta salteño
José Ríos la evoca en esta zamba musicalizada por Simón
Gutiérrez. En ella se describe su estructura: lona y papel pintado
y los principales elementos que alegraban las jornadas que allí
se vivían: talco, almidón, máscaras, agua, harina,
cajas copleras, albahaca, alojita colada y cerveza.
LA CARPA DE DON
JAIME - Zamba
Letra: José
Ríos
Música:
Simón Gutiérrez
Dentro del pecho tengo un recuerdo
de talco y almidón,
y un carnaval de olvido
se ha detenido en mi corazón.
Agua y harina las mascaritas
lindas para bailar
y un cajón de cerveza
sobre la mesa para empezar.
Para usted, que no está
sólo tengo esta zamba
y un blanco pañuelito,
que hallé solito en el carnaval.
Quién lo vendrá a buscar
al pañuelito del carnaval.
Cajas y coplas bajo la lona
hasta el amanecer
y de papel pintado el decorado
sabía tener.
Llena de albahaca está la carpa
de Don Jaime Capó
y alojita colada nos convidaba
me acuerdo yo. |