Comentario de Iruya.com Pese a las apocalípticas advertencias de uno de sus más recordados párrocos, el presbítero rosarino Egidio Bonato, algunos cerrillanos y algunas cerrillanas pensaron siempre que por encima de los preceptos religiosos se encontraba la voluntad absoluta del dios Momo y que ésta autorizaba a que el carnaval duro se prolongase hasta que doña Elba del Carmen Medina de Abdo, la histórica directora de la Escuela de Villa Los Tarcos, llamara con su campana a clase, ya bien entrado el mes de marzo. Algunos creen ver en esta inusual duración del carnaval cerrillano influencias de la famosa zamba de Marcos Dermidio Tames y Abel Segundo Mónico Saravia, que en su estrofa final comienza diciendo: "Miércoles de ceniza enharinados nos vio pasar... olvidaste a tu tata para seguirme palomitay... y en ancas de mi zaino luego a mi rancho fuimos a dar". Pocos saben, sin embargo, que La Cerrillana fue escrita originalmente con cuatro versos más que los que tradicionalmente han sido cantados por grupos como Los Chalchaleros o Los Nocheros. La pluma mordaz de Mónico se prodigó en detalles, a primera vista nimios, del carnaval cerrillano, pero con una enorme potencialidad descriptiva de la sensualidad que preside estas fiestas en la, ahora alicaída, "Capital del Carnaval". El rescate de una vieja partitura, con anotaciones a mano originales de aquel virtuoso del fuelle que fue don Marcos Tames, nos permite recordar la letra original de La Cerrillana en todo su esplendor (en negrita, los versos no cantados): La Cerrillana - Zamba Con la pollera yuta, Desmonté del caballo Cómo olvidarte Cerrillos Luego siguieron zambas Miércoles de Ceniza, Sirva el presente no sólo para difundir la letra olvidada sino para rendir un merecido homenaje a aquellos dos creadores ya desaparecidos que legaron a la posteridad esta bella zamba, aunque sus versos sigan alentando a los carnavaleros y carnavaleras del lugar a continuar la fiesta más allá de cualquier limitación del calendario. . |