Comentario de Cucho Marquez:
"Esta
zamba nació la noche que le robaron del auto la guitarra a Ernesto.
Cuando se enteró Ríos casi se pone a llorar; entonces escribió
un poema llamando a la guitarra, un poema al que suscribimos todos, porque
realmente la guitarra de Ernesto era un intrumento de lujo, casi angelical...
Un día, como a los 10 años del incidente del robo, yo me
reencontré fugazmente con la vieja guitarra de Ernesto en un estudio
de Radio Splendid, en el que tocábamos nosotros, y luego una orquesta
de tango...Reconocí la guitarra sobre un piano de cola. Salí
corriendo del estudio a buscar a Ernesto, pero cuando volvimos, la guitarra
había sido enfundada y cargada por su nuevo dueño, a quien
no pudimos conocer"
Hasta aquí las palabras
de su compañero y maestro chalchalero, Juan Carlos Saravia, a las
que no conviene añadir nada más que la admiración
ante una obra maestra, que no debería ser nunca una "música
perdida", dada la belleza de los versos de Ríos y de la música
de Cabecita.
LA GUITARRA PERDIDA
- Zamba
Letra: José
Ríos
Música:
Ernesto Cabeza
Rama sonora,
donde han brotado mis sueños:
en tu tallo vengo a dejar
el temblor de mi nostalgia.
Quiero vivir en tu sentir
de niña enamorada.
Dulce guitarra,
trasnochadora madera:
las estrellas del alba dirán
de que nunca te he olvidado.
Gajo cantor, busco tu voz
dolido y solitario.
En tu boca se ha quedado
hecha zamba, mi vida.
Intimo ser, que has de volver
en música perdida.
Sola, muy sola,
por huella desconocida
mi guitarra triste andará
en las noches del olvido,
Mi alma entrará buscándola
a todos los caminos.
Hoja dorada
del árbol de mi añoranza:
por tu savia quiero subir
a las flores del recuerdo.
Tierra y raíz, lento sufrir,
hundido en mi silencio.
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