LA MARCIANA
- Milonga
Anoche después del baile,
cuando a mi rancho volvía
como cosa e´ brujería,
vi una luz en el aire.
Me santigüé como un fraile,
al notar el resplandor.
Después la cosa fue peor
porque al bajar esa luz,
les juro por esta cruz
que era un plato volador.
RECITADO
Mamita mía qué susto,
al ver tamaño instrumento
y al notar que desde adentro
al rato salía un bulto.
Yo ya me sentía difunto,
y pa´mi solo pensé:
si me voy para el destierro,
o me contrata San Pedro
pa´cantar mis chamamés.
Se me acercó el mastodonte,
y entré a temblar como un flojo,
dos luces tenía por ojo
y el cogote de resorte.
La boca era un picaporte,
las orejas como chancho,
y al mirar su cuerpo ancho
que estaba todo encendido
me dije: Coco querido,
aquí se te quema el rancho.
RECITADO
Al ponerse frente a mi,
se dio cuerda en un costado
y entró a hablar el condenado
en idioma retorcido.
Ahí nomás le grité: "pido,
no juego más, señor coso"
y con acento gangoso
me dijo así el muy sotreta:
"yo bajé desde el planeta,
para escucharte "El Mimoso".
Cuando canté la ranchera,
y al llegar al estribillo,
me mostraba unos colmillos
bien salidos para afuera
me dijo que mujer era
que se llamaba marciana
y que tenía muchas ganas
de estar cerquita, a mi lado
pues le había enamorado
mi boca de palangana.
RECITADO
Ahí si que me entró jabón
pues relampagueó los ojos,
y lo mismo que un abrojo
de mi cuerpo se prendió;
las costillas me apretó
y arrimando su boquita
prendía mil lamparitas,
lo misma que en carnaval
y decía sin cesar:
"yo soy tuyita, tuyita".
Hice fuerza pá zafarme
y ya empecé a los tirones
y entre tantos sacudones
al final pude salvarme.
No quisiera ni acordarme
de tus amores marciana.
Le juro que a la mañana
sin saber si lo he soñado
amanecí destapado,
durmiendo abajo e´ la cama.
V.A.Giménez-Coco Díaz.
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