LAS NUEVE RAMAS
- Zamba
Damián Paz.
Siempre quise un día una zamba darles,
para agradecerles todo lo que son,
la voz del consejo, del reto seguro,
el alma autoritaria, el corazón puro,
el mirar cansado cuando agota el día
aunque estén sangrando no muestran las heridas.
No puedo mirarlos, perdonen mi canto,
sus almas humildes me dicen que no,
más sólo Dios sabe lo que siente un hijo,
los tatas están viejos, y él no maduró,
mucho tiempo queda, juntos viviremos,
quiero que me enseñen, que me den su amor.
Hoy quiero con ustedes repetir de nuevo
toda la aventura de ser lo que soy:
sangre de su sangre, vino de sus viñas,
rama de la vida, fruto del amor,
Ustedes el origen de tantas semillas
orgullo en mi canto que es admiración.
Con sus troncos fuertes de raíz madura
nueve ramas verdes deben sostener,
una que se parte, otra se separa
y en un suelo arisco árbol quiere ser,
y otras que se adhieren y beben su savia,
brotarán lejanos llevando su ser.
Tata!, está pensando: ¿quién no lo diría?,
que a su lado hay alguien más fuerte que tú,
juntos recorrieron un largo camino
vos por las espinas y ella con la cruz.
Quiero devolverles en humildes versos
el darme el misterio de mirar la luz.
Está editada en Vol. I - Los Paz - "Desde la Loma e´la Cruz" - 1989 y en CD "Mi Tucumán" - 1997. |