AQUEL OLOR A JAZMINES
Aquel olor a jazmines, madre, recuerdas Me está doliendo en el alma, créemelo Cuando me miro al espejo y veo con pena Que el tiempo se fue apurado de mi reloj
Y cómo me gustaría, madre, que ahora Tu voz me llame al resguardo en el corredor Si justamente me pillas cuando, a hurtadillas Estoy saliento a la siesta por tu balcón
Las mandarinas no bastan para que crezcas Ni el pan casero, ni el dulce de yatay Mejor te lavas la cara y te vas adentro La resolana te quemará la nariz
Estoy mirándome, madre, y así descubro Que tengo hebras de plata en cada mechón No me parezco a la niña que te pedía Que le contaras el cuento del lobizón
Ay! Madre qué no daría porque dijeras De nuevo lo que decías si acaso yo Equivocaba las tablas o no sabía Cuando me estabas tomando alguna lección
Me tironea la falda un niño bonito Que me sonríe y “abuela” me dice a mí Ay! Madre qué hermosa suena y mientras lo escucho Me duele en el alma aquel olor a jazmín |