QUERENCIA
Cuando me fui galopaba
cómodamente sentao
en un chúcaro endiablao
que por tranqueras saltaba.
Allá en tu rancho apretaba
tu corazón a un abrojo,
mi redomón no era flojo
y resistió a darse güelta,
le dejé las riendas sueltas
pa’ que rumbiara a su antojo.
Al jinetear aventuras
por esas tierras benditas
vi muchas caras bonitas,
rompí muchas trenzas duras.
Pero en las noches oscuras
en que dormí a campo raso,
me persiguió el latigazo
que sentí en el corazón
cuando rompí de un tirón
tu querer armado a lazo.
Está vichoco el bagual,
a correr le gana un sapo
antes saltaba de guapo
hoy va arrastrando el pretal.
Sufriendo del mismo mal
tanto galopear los dos
como a “querencia” que sos
volvimos sin darnos cuenta
pa’ derramar la osamenta
al primer son de tu voz.
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