QUERIME SERRANA Tonada
Juan de Dios Filiberto
Cuando tengas un cariño, ¡ay de mí!, procura mirar primero, adonde ponís los ojos no sea que lloris luego.
Cuando me allegue a tu rancho, ¡ay de mí!, te pido no me disprecies, que aquel que vive penando le toca morir dos veces.
Así cantaba un cuyano ¡ay de mí! que de dolor se moría, por lejos que estés mi cielo, te he de alcanzar algún día.
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