SURERO

Enrique Uzal

Pa’ qué negarlo... surero
del chambergo hasta los pieces,
más derecho y sin tropieces
que tuse de parejero.
Por oficio soy resero,
bailarín y versiador,
algo diablón pa’l amor
y pa’ alardear de fortuna
me dio su disco la luna
pa’ usarlo en el tirador.

Iba nomás de pasada
como quien va sin querencia,
dentré sin pedir licencia,
la puerta estaba entornada.
Pensarán que es agachada
o que tal vez lo hice adrede
y pa’ qué andar con enriedes
les via decir la verdá:
de pura casualidad
dentré y estoy con ustedes.

No tengo más pretensiones
que las que hice de la suerte,
pero eso si, piso fuerte
pa’ dir rompiendo terrones.
He dao tantos tropezones
en la güeya de la vida
que tengo el alma curtida
y deshecha la osamenta,
si hasta he perdido la cuenta
de tanta y tanta caida.

Mas tengo por entendido
que un resbalón no es tropiezo,
y ande caigo me enderiezo
como quien sale al descuido.
Procuro andar prevenido
contra cualquier emergencia,
se valora una imprudencia
luego de estar cometida,
va en ella a veces, la vida,
y en otras... va una sentencia.





Por eso nunca hago alarde
de mi saber o bravura,
cuanto más uno se apura
es cuando llega más tarde.
La leña mojada no arde,
sólo hace humo en la cocina,
es lo mismo que una china
que le anda mintiendo amores,
pa’ ser macachín sin flores
prefiero ser sina-sina.

Disculpen si es que en la cuenta
me he pasao perdiendo plata,
soy como pava de lata
cualquier fuego me calienta.
Como cuervo en la osamenta
me aquerencia y hasta  olvido
ande diablos dejé el nido
y hasta si emplumé pichones,
será que me suebra alones
pa’ gastarme en un volido.

Mo voy pues... si se da el juego
volveré como me he ido,
por eso no me despido,
digo nomás... hasta luego.
Pero antes vaya este ruego
y dispensen si es que digo
que pueden contar conmigo
pa’ cualesquier entrevero,
que ande alguno deje el cuero
sabrá dejarlo este amigo.

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