SURERO
Enrique Uzal
Pa’ qué negarlo... surero del chambergo hasta los pieces, más derecho y sin tropieces que tuse de parejero. Por oficio soy resero, bailarín y versiador, algo diablón pa’l amor y pa’ alardear de fortuna me dio su disco la luna pa’ usarlo en el tirador.
Iba nomás de pasada como quien va sin querencia, dentré sin pedir licencia, la puerta estaba entornada. Pensarán que es agachada o que tal vez lo hice adrede y pa’ qué andar con enriedes les via decir la verdá: de pura casualidad dentré y estoy con ustedes.
No tengo más pretensiones que las que hice de la suerte, pero eso si, piso fuerte pa’ dir rompiendo terrones. He dao tantos tropezones en la güeya de la vida que tengo el alma curtida y deshecha la osamenta, si hasta he perdido la cuenta de tanta y tanta caida.
Mas tengo por entendido que un resbalón no es tropiezo, y ande caigo me enderiezo como quien sale al descuido. Procuro andar prevenido contra cualquier emergencia, se valora una imprudencia luego de estar cometida, va en ella a veces, la vida, y en otras... va una sentencia.
Por eso nunca hago alarde de mi saber o bravura, cuanto más uno se apura es cuando llega más tarde. La leña mojada no arde, sólo hace humo en la cocina, es lo mismo que una china que le anda mintiendo amores, pa’ ser macachín sin flores prefiero ser sina-sina.
Disculpen si es que en la cuenta me he pasao perdiendo plata, soy como pava de lata cualquier fuego me calienta. Como cuervo en la osamenta me aquerencia y hasta olvido ande diablos dejé el nido y hasta si emplumé pichones, será que me suebra alones pa’ gastarme en un volido.
Mo voy pues... si se da el juego volveré como me he ido, por eso no me despido, digo nomás... hasta luego. Pero antes vaya este ruego y dispensen si es que digo que pueden contar conmigo pa’ cualesquier entrevero, que ande alguno deje el cuero sabrá dejarlo este amigo.
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