TAJO A TAJO Milonga
Carlos Montbrún Ocampo
Ya no suenan las bordonas de mi guitarra como antes, y no cantan arrogantes se me han vuelto rezongonas. Perezosas y sobonas no obedecen a mi mando y al querer, de vez en cuando, hacerlas sonar altivas, vibran tristes, emotivas, como almas que están penando.
De mi rancho los horcones de aburridos se han ladeao y al techo lo han deslomao pechando los ventarrones. Del tiempo los samarreones lo han rajao en las esquinas y al cercao de sina-sina con que rodeaba la casa, cualquiera bicho lo pasa porque ya ni tiene espinas.
Todo el campo se ha rendido al rigor del abrojal, y al criollo viscacheral en harnero ha convertido. La hacienda, claro, se ha ido huyendo de esos rigores, ya los pájaros cantores no se arriman a los talas y aura nacen luces malas donde antes nacieran flores.
Lo que era campo florido y trebolar perfumao, lo que era lindo recao del paisano presumido, el rancho que era mi nido donde viví mis amores, todo ha cáido a los rigores del tiempo que, ˇtajo a tajo! me va arriando cuesta abajo para amargar mis dolores.
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