Comentario de Cucho Marquez:
No por conocido resulta menos
bello este tema surgido de la mutua colaboración entre el poeta
Jaime Dávalos y su paisano salteño, el maestro Eduardo Falú.
Es ésta una lírica evocación romántica con
sabor a litoral, cuajada de nostalgia e incluso esperanza y en la que el
mar aparece como solitario testigo. Algunas imágenes poseen una
gran belleza literaria: "herida la de tu boca/ que lastima sin dolor" o
"tu pelo suelto en el viento/ como un torrente de trigo y luz".
En 1993, con ocasión
de la celebración de las bodas de oro como músico de Ariel
Ramírez, Eduardo Falú y de Los Fronterizos (Isella,
López, Moreno y Madeo), acompañados por el piano del homenajeado
maestro, volvieron a cantar juntos este hermoso tema en tiempo de zamba,
con la misma maestría con que lo habían hecho treinta años
antes, en el primer volumen del album CORONACION DEL FOLKLORE.
TONADA DEL VIEJO
AMOR
Letra: Jaime
Dávalos
Música:
Eduardo Falú
Recitado:
Grabé tu nombre y el mío
en las arenas del mar,
y un juramento, que nunca me atrevería
a jurar;
el viento, como el olvido, la arenita
se llevó,
y ahora se ha vuelto arena, lo que
juramos tú y yo.
No le prometas a nadie que nunca lo
olvidarás,
porque el amor es eterno, y nuestra
vida fugaz...”
Cantado
Yo nunca te he de olvidar,
en la arena me escribías.
El viento lo fue borrando
y estoy muy solo mirando el mar.
¡Qué lindo cuando una vez,
bajo el sol del mediodía,
se abrió tu boca en el beso,
como un damasco lleno de miel!
Herida la de tu boca,
que lastima sin dolor.
No tengo miedo al invierno
con tu recuerdo lleno de sol.
Quisiera volverte a ver,
sonreir frente a la espuma:
tu pelo suelto en el viento,
como un torrente de trigo y luz.
Yo sé que no vuelve más
el verano en que me amabas;
que es ancho y negro el olvido
y entra el otoño en el corazón
Herida la de tu boca,
que lastima sin dolor.
No tengo miedo al invierno,
con tu recuerdo lleno de sol.
damasco:
variedad de albaricoque muy dulce |