Comentario de Cucho Marquez:
Ya hemos dicho algo acerca
de los diversos trabajos que el poeta y compositor de Campo de la Cruz
realizó durante su vida. En esos años de adolescencia y juventud,
Atahualpa Yupanqui fue, además de músico y entre otras cosas,
hachero, arriero, cargador de carbón, encargado de entregar telegramas,
oficial de escribanía, corrector de pruebas y periodista. También
durante esos primeros años recorría distintos pueblos del
interior proyectando películas, junto a un amigo, en una sábana
que utilizaban como pantalla. Terminada la película, venía
el concierto de guitarra a cargo de Yupanqui y esa actividad de músico
fue la que desarrolló, durante el resto de su vida. Por eso
es lógico que el tema de esta canción aluda al trabajo, que
en algunos climas y paisajes era especialmente duro.
Tal como escribe en una
ocasión: "usted tiene que tener en cuenta
los cuarenta y cinco grados de calor, la falta de vegetación, de
frutos; sobran colores y falta dulzura del clima, la cosa tierna, la noche
amable. Que hay que hacerla con alcohol o con tambores o con guitarras
porque de por sí no es amable la noche"
TRABAJO, QUIERO
TRABAJO - Canción
Letra y Música:
Atahualpa Yupanqui
Cruzando los salitrales,
uno se muere de sed:
aquello es puro desierto
y allí no hay nada que hacer
Trabajo, quiero trabajo;
porque esto no puede ser.
Un dia veré al desierto,
convertido en un vergel.
El río es puro paisaje;
lejos, sus aguas se van.
Pero, los campos se queman,
sin acequias ni canal.
Trabajo, quiero trabajo,
porque esto no puede ser.
No quiero que naide pase
las penas que yo pasé.
Las entrañas de la tierra
va el minero a revolver.
Saca tesoros ajenos
y muere de hambre después.
Trabajo, quiero trabajo,
porque esto no puede ser.
No quiero que naide pase
las penas que yo pasé.
Despacito, paisanito.
Despacito y tenga fe,
que en la noche del minero
ya comienza a amanecer.
Trabajo, quiero trabajo.
Trabajo, quiero trabajo,
porque esto no puede ser.
salitral:
paraje donde se halla el salitre, sustancia salina que aflora en tierra
y paredes
naide:
(arg) nadie
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