Tú
encendiste
Tú encendiste,
tú encendiste en mi pecho,
un volcán,
un volcán que amor se llama;
y ese fuego,
y ese fuego, que me inflama,
va creciendo,
va creciendo más y más.
Amor mío, amor,
no me olvides, no...
ten confianza,
ten confianza en mi cariño;
única dueña por quien suspiro:
¡ay! acuérdate,
¡ay! acuérdate de mí.
Vivo fuego,
vivo fuego abrasador,
que devora,
que devora mi existencia,
y es el alma,
y es el alma de la ausencia,
que da muerte,
que da muerte al corazón.
Amor mío, amor,
no me olvides, no...
ten confianza,
ten confianza en mi cariño;
única dueña por quien suspiro:
¡ay! acuérdate,
¡ay! acuérdate de mí.
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