Volvamos a ser novios (poema) por Fernando Ochoa
Autor: Goyo Godoy
Bueno, no tomo más.
Ta' lindo el mate,
pero estoy desganao esta mañana.
No he podido dormir
pensando en algo
que te quiero decir.
Escuchá, Juana.
Yo sé que trabajás como una leona
pa' conservar, como tenés, la casa.
Mandando los muchachos a la escuela,
hacer comida, preparar las camas,
y sabiendo que vuelven por la tarde
tenerle sus cositas preparadas.
Lo sé.
Pero es que yo también trabajo
pa' que la casa no nos falte nada,
recorriendo alambrados y potreros,
cuereando cáidos, con calor o heladas,
aguantando corcovos a algún potro,
o sacando un arisco a la pechada.
Después de tarde,
mientras me lavo pa' volver a casa,
te veo aparecer en el arroyo
con tu carita de recién casada,
Y tus ojos... tus ojos profundos,
dentradores, y esa sonrisa...
esa sonrisa que te extraño, Juana.
Y me dejo boyar en los recuerdos,
o me quedo en las cosas de la estancia,
donde todo es amor:
en el carnero que defiende a guampa
el tranquilo pastar de la majada,
el relincho triunfal de los baguales
demostrando coraje a la yeguada,
el toro bravo levantando tierra
ante el asombro de las terneras guachas,
los pájaros que vuelven pa' sus nidos,
los peones que se van pa' la ranchada,
y yo, solo, tropeando en el camino,
soñando con hallarte en la ventana.
Pero llego y te hallo mal vestida,
caminando en chancletas, despeinada,
rezongando por cosas de los chicos,
y ese algo de rencor en la mirada.
Y me voy en silencio a la cocina
a prepararme el mate que cebabas,
pensando: ¡cómo mata la costumbre
el amor que soñaron nuestras almas!
No te entregués ansina, mansamente;
¡Peliá! ¡Si todavía sos una muchacha!
Ayudame a soñar;
cinco minutos nada más te pido.
¡Cinco minutos de los de antes, Juana!
Volvamos a ser novios nuevamente,
esperame otra vez en la ventana.
Comentan los paisanos en el pago
que al pasar por el rancho de la Juana
se ve una moza con el mate listo,
esperando a su amor en la ventana.
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