Comentario de Cucho Marquez:
De la estancia salteña
llamada "La Candelaria" salieron grandes músicos como el propio
Falú o Juan Carlos Moreno, la voz grave de Los Fronterizos. Y de
ella nos habla el poeta Jaime Dávalos con unos hermosos versos en
los que, una vez más, el cosmos toma forma humana y el cuerpo de
la mujer amada se integra en el universo. Es ésta una zamba del
atardecer, que es ese momento cuaresmal del día, en el que al morir
el sol cual si fuera un ser humano, el universo parece más cercano
que nunca del hombre. Por eso, cuando la noche madura y acepta la muerte
del sol, se ha de alegrar el camino, sabedor de que amanecerá un
nuevo día. Y esta zamba hay que saborearla, como un buen cognac
en su copa templada, en la guitarra y en la voz de su autor, ese árabe
acriollado que se llama Eduardo Falú, que vio la luz un día
de 1923 en la localidad salteña de El Galpón y al que Dios
y el folklore guarden por muchos años.
Letra: Jaime
Dávalos
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