Esta comida tan común en el centro del país, tomada de "Historias populares cordobesas" (Tala Cañada y San Jerónimo) es de esas recetas tapadas por los temores de la bien sana redondez de los comensales.
Se carnea un vacuno. Se lo va cortando en trozos bastante grandes (carne y cuero). Se deshuesa, se lo condimenta, se va cerrando el cuero para formar una bolsa. El cuero se va perforando con una lezna y se cose con alambres.
El condimento se prepara así: en una olla se pone vino, vinagre, ajo, ají, comino, pimienta; se mezcla bien y se deja fermentar, luego se lo incorpora a la carne, se le agrega sal. Una vez que las bolsas están bien cosidas, se las deja reposar algunas horas, luego se las pone al horno previamente calentado durante unas cuatro horas; se le saca las brasas, se ponen las bolsas y se procede a cerrar la puerta del horno. Se deja durante otras cuatro horas y queda listo para comer.
Más moderna es la preparación en la parrilla con fuego de arriba y de abajo.