Félix Molina Tellez, en su "El mito, la leyenda y el hombre - Usos y costumbres del folklore" nos habla de los Vegetales en la superstición popular:
Dicen que la higuera florece únicamente a medianoche de Navidad, con una sola flor blanca.
Para ahuyentar los duendes, hay que mostrarles una rama de ruda con excremento humano.
Para saber en qué dirección se encuentra la persona querida, se hace una caladura en la sandía. Se hace girar a ésta y según la dirección hacía que mire la caladura, allí está.
Cuando se crían hortensias en las casas, las solteras no encuentran novio.
La flor de magnolia trae mala suerte para los de la casa.
El banano y la higuera son plantas propicias para que los demonios se oculten. Por eso hay que hacer una cruz en el tronco de ambas plantas para que sus espíritus se vayan.
La flor de amambay, como, la de la higuera, también aparece en Viernes Santo y en
Nochebuena. La primera flor que se obtiene ese día de la planta servirá de amuleto para la buena suerte.
Preserva de todo peligro si se coloca debajo del colchón, un ajo macho atravesado por un alfiler.
Se cura el resfrío fuerte colocándose en el cuello un collar de tártago.
Un collar de marlos cura la angina.
Si el arroz se desparrama de casualidad, es indicio de buena suerte.
Ver pasto verde dará suerte.
Si los choclos, la zanahoria y otros vegetales se dan mellizos, morirá el jefe de la familia.
Planta que mucho florece o fructifica, traerá desgracias para sus propietarios.
No hay que cortar higos a la hora de mucho sol; la higuera se enoja y le hará salir ampollas al intruso.
Dios castigará al que arranque plantitas recién trasplantadas.