Guaycurúes
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Los Guaycurúes eran un grupo de pueblos indígenas de origen
patagónido. Ellos se dividen en: Abipones, Mbayaes, Payaguaes, Mocovíes,
Tobas y Pilagaes. De estos grupos actualmente sobreviven los Mocovíes, Tobas
y Pilagaes: en Chaco y Formosa
- Guerreros mocovíes: habitaron la
zona de Santiago del Estero y fueron igual de belicosos que los abipones.
Entre los ataques a las colonias españolas, sufrieron sus embates Salta,
San Miguel de Tucumán y hasta Córdoba. A comienzos del siglo XVII se
radicaron en el sur del Gran Chaco y fue Santa Fe su blanco predilecto.
- Los Tobas: ocuparon casi toda la
provincia de Formosa. Como los otros pueblos Guaycurúes, adoptaron el
caballo a lo largo del siglo XVII.
Dejaron sus hábitos sedentarios y se convirtieron en nómades montados.
Según el lugar en que se encontraban los Tobas adoptaron diferentes
nombres:
- Tobasminí (pequeños tobas): habitaron el
Chaco Paraguayo.
- Tobas-Guazú (grandes tobas): habitaron la
región argentina
- Pilagaes: continúan viviendo en la parte
central de Formosa, sobre la margen derecha del río Pilcomayo, en la
anegadiza región del estero Patiño.
- Otros pueblos fueron: los Takshik,
Lañagashik y los Shiuwik.
- Datos generales: eran de gran
estatura y de fuerte complexión física, tal los grupos patagónidos.
Las distintas se organizaban en grupos o bandas, de unas cien personas,
dirigidas por un cacique; este cacique era colaborado por un consejo de
ancianos. El cacique sólo podía dar órdenes en caso de guerra, no tenía
poderes absolutos. Era un cargo hereditario siempre y cuando el hijo mayor
de éste se destacase como orador y guerrero.
La tierra fue de propiedad común y cada tribu tenía un territorio de caza,
cuyos límites eran respetados rigurosamente.
- Economía: su principal actividad
fue la recolección y los frutos a recoger dependía de la región: los
pilagaes buscaban el fruto del algarrobo, del chañar, del mistol, la tusca
y el molle; a veces el higo de tuna, ananás silvestres, porotos del monte,
cogollos de palmeras y algunas raíces.
- Distintos hábitos: el padre
Canelas, sacerdote que convivió con los Mocovíes en el siglo XVIII, contó
un curioso caso: se alimentaban con langostas, y cuanto más pequeñas,
mejor. Las langostas fueron una plaga, y ellos mataban las más grandes
simplemente ensartándolas con una vara; a las pequeñas las guardaban en
botijos especiales y - al llegar a la aldea - se las colocaba en un
recipiente con poca agua, hasta que se convertían en una especie de
margarina que posteriormente calentaban.
Fueron expertos cazadores y pescaron con arco y red.
Las armas guaycurúes fueron el arco, la flecha con punta de madera o
hierro, la lanza de hasta 4 metros y la macana.
Vestían chaquetas de cuero y usaron las boleadoras para cazar ñandúes.
Usaron arpones para guerrear.
- Valentía: fue su máximo orgullo. Para
un bravo eran todos los privilegios, los forasteros sabían de su valor
cuando veían las cabezas de sus enemigos muertos, clavadas en picas,
delante de sus chozas. Iban a la guerra por diversos motivos:
- Económico: obtenían ganados y esclavos.
- Venganza: para cobrarse un ataque,
sorprendían al enemigo tomando prisioneros.
- Gloria personal: vencer a un enemigo
poderoso era lo máximo para este pueblo, allí la explicación de
excursiones a provincias como Jujuy.
- Familia y religión: eran basicamente
monogámicos, pero los caciques practicaron la poligamia. Los Tobas
entregaban una especie de dote, mientras los Abipones, compraban a la novia.
Fueron animistas (animales u objetos animados por espíritus que habitan en
ellos) y usaron la magia para la cura.
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