Esta danza tan ágil y significativa, que constituyó en sus principios un homenaje a los bravos patriotas que aseguraron la libertad americana con sus triunfos de armas, bailóse en la campaña de todas las provincias aproximadamente desde 1825 hasta 1900. En algunas regiones, como en la provincia de Santiago del Estero, perduró hasta las primeras décadas de nuestro siglo.
En algunas provincias tuvo también vigencia en los salones, en los cuales se bailó con mayor discreción que en la campaña - donde fue todo agilidad, vigor y soltura -, tal como ocurrió con las danzas en general.
En las coplas más antiguas se nombra a los "godos" (realistas) y a los patriotas, aludiendo sin duda a los soldados criollos que sellaron la independencia americana, he aquí una de las más típicas:
Este triunfo, niña
de los patriotas;
que caían realistas
como gaviotas.