Nacido en la ciudad de Salta el 17 de junio de 1910, era hijo de D. Octavio Augusto Cortazar Arias y de Da. Irene Lozano Valdez, quienes lo llevaron consigo a la Capital Federal a temprana edad, de tal modo que allí cursó sus estudios, desde el primario hasta los superiores, conquistando cuatro títulos universitarios:
Profesor en Letras, Abogado, Bibliotecario y Doctor en Filosofía y Letras, carreras éstas cursadas en la Universidad de Buenos Aires.
Toda su vida la dedicó a la docencia y a la investigación, desempeñándose como docente en diversas cátedras, ganadas por contrato, en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Católica Argentina, además de dictar cursos especiales en otras universidades nacionales y extranjeras. Fue profesor titular de Literatura Argentina, Folklore General y Ciencias Antropológicas, orientación folklore.
También desempeñó cargos de responsabilidad en la Facultad de Filosofía y Letras: Director de la Biblioteca de la Facultad, Jefe del Departamento de Folklore del Museo Etnográfico y Director de la Biblioteca Central de la Universidad. Asimismo ocupó funciones específicas con carácter honorario: Director Honorario del Seminario de Folklore, Director Honorario de la Carrera de Bibliotecarios, Director Honorario del Departamento de Ciencias Antropológicas. Y fue también Miembro Académico del Consejo Directivo de la Facultad. Por iniciativa suya se creó el Seminario de Folklore y la Carrera de Licenciatura en Folklore.
Dictó cursos especiales en numerosas universidades argentinas. Fue Director del Fondo Nacional de las Artes (1953 - 1974), desde la creación de este organismo hasta su renuncia. Como Presidente de la Comisión de Expresiones Folklóricas, y Coordinador y Asesor del Relevamiento Cinematográfico de Expresiones Folklóricas, asistió al rodaje de veintitrés películas de diverso metraje.
Considerado como el más grande folklorólogo de nuestro país, y por su extraordinaria versación en la materia, fue invitado a participar en numerosos congresos. tanto de dentro como de fuera del país, para cuya asistencia concurrió tanto a Washington, Los Ángeles, Chicago y otras urbes de los Estados Unidos, como estuvo, en Chile, México, Portugal, etc.
Siempre dentro de su temática, incursionó también en radiofonía con numerosas audiciones invitado por Radio Nacional, Radio El Mundo, Radio Splendid y otras emisoras. Y ese infatigable quehacer literario y folklórico le permitió, además de lo ya expresado, publicar 134 obras de la más variada extensión, cobrando particular relieve sus trabajos titulados:"'Qué es el Folklore", "El Carnaval en el folklore calchaquí", "Esquema del folklore”, "Folklore literario y literatura folklórica", "Poesía gauchesca", etc., quedando aún inéditos varios otros trabajos al momento de su muerte. Se publicó "Ciencia folklórica aplicada”, su obra póstuma más importante. Colaboró, en vida, con las más prestigiosas revistas especializadas del mundo entero, lo mismo que importantes rotativos publicaron sus escritos.
Las más destacadas instituciones culturales del país y del extranjero lo contaron entre sus miembros. Así es como fue Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia Argentina, Miembro del Advisory Board y de la Universidad de California, (USA). Miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid (España), Miembro de la Sociedad Folklórica de México, Miembro del Instituto Histórico y Geográfico Brasileiro (Brasil), Miembro de la International Society for Folk narrative Research (Gotingam- U. S.A.), Miembro Consultor del Instituto de Folklore de Huancayo (Perú), Miembro correspondiente de la Sociedad Peruana de Folklore (Perú), Miembro correspondiente de la Sociedad Folklórica del Uruguay y del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, etc. y, como no podía ser de otra manera, también era Miembro de número del Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta.
Estaba casado con doña Celina Sabor, catedrática de Literatura Española - quien dictara un curso especial de esta materia en la Universidad Nacional de Salta - y docente de la Universidad de Buenos Aires.
Renunció drásticamente a todos sus cargos en la Universidad de Buenos Aires - por incompatibilidad política - en junio de 1974 y, pocos meses después, una corta enfermedad cercenó la vida de este eminente salteño y notable estudioso argentino, que falleció en la Capital Federal el 16 de septiembre de 1974.
(Extractado de "AUGUSTO RAUL CORTAZAR A UN AÑO DE SU MUERTE, de Fernando R. Figueroa, publicado en El Tribuno el 14-9-75). .