Primeros Museos Folklóricos

(conociendo sus historia)

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El primer museo folklórico argentino (1923) fue el Museo Colonial e Histórico de la Provincia de Buenos Aires, conocido como Museo del Luján. Al respecto Martín Dorronzoro decía, en su libro Pago, Villa y Ciudad del Luján "La Dirección del Museo Colonial - Enrique Udaondo -  le ha dado a éste relieve y trascendencia destacada dentro y fuera del país poniendo para ello su inteligencia, afanes y fortuna, elevándolo a una jerarquía que honra a la Nación. Su nombre quedará ligado a esta institución de grandeza espiritual y moral".

En 1938 se creó el Museo Gauchesco y Parque Criollo "Ricardo Güiraldes", en San Antonio de Areco, en la casa del autor del Segundo Sombra. Decía su director Hebert Smith: "el Museo es de índole exclusivamente gauchesca. En su conjunto con el parque, representa una antigua Estancia bonaerense con campos de pastos sin refinar, hacienda vacuna, caballar, ovina de raza criolla, sin mestizar, algunos corrales de palo a pique y de terrón, foso protector, mangrullo, etc. Es parte del acervo la pulpería "La Blanqueada", y conserva una tahona de 1860 y un palomar típico del siglo XIX".

En 1939 se creó en Chascomús el Museo Pampeano y Parque "Los Libres del Sur", con carácter etnográfico, arqueológico, histórico y numismático.

También en 1939 se fundo en Dolores el Museo y Parque Evocativo "Los Libres del Sur", de carácter gauchesco, con piezas etnográficas, históricas y con plantas, minerales y animales disecados de la zona sur de la provincia de Buenos Aires.

A fines de 1943 el Gobierno de la Provincia de Tucumán, se creó el Museo Folklórico Provincial, por iniciativa del incansable profesor Rafael Jijena Sánchez, que fue su primer Director.


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