Muchos, por no decir todos, de los juegos que disfrutaran nuestros mayores, han caído bajo la piqueta de las modernas jugueterías. Ya no se ven, al menos en los centros urbanos, a los niños de rodillas sucias y narices húmedas, ni los cachetes (mejillas) rosados por el esfuerzo del juego, ya sea saltando una piola, o recorriendo una rayuela; por ello y merced al excelente trabajo del Prof. Félix Coluccio y Amalia M. Coluccio en su obra "Folklore para la escuela", vamos a tratar de levantar parte de ese manto de olvido que sufren estos sanos y entretenidos juegos.